El Dr. Ornish amplía el aserto y detalla el estilo de vida saludable: comer bien, moverse más, estresarse menos, amar más.

A lo largo de caminar el vivir pueden surgir circunstancias , y de hecho lo hacen, que quiebran el propósito de seguir la directriz de vida saludable. El diagnóstico de cáncer, y su tratamiento curativo, afecta a la ingesta de alimentos, a la movilidad y no digamos a los niveles de estrés…

¿Y al amor, qué ocurre con el amor? El amor, dar y recibirlo, es la piedra angular de la vida. Sin él, el sentido del día a día se diluye como un cubito de hielo arrojado a un mar tormentoso.

El paciente oncológico necesita sentir la mano cálida que acoja la suya, el cuidado no intrusivo, la conexión social que evite el peligro del aislamiento…si siente amor podrá resurgir su emotividad, podrá amar y conducirlo de nuevo a un estilo de vida saludable: comida sana, hacer ejercicio y reducir el nivel de estrés. El amor es el motor de la curación.

En ocasiones, el impulso para lograr el cambio, el retorno a la vida saludable requiere ayuda profesional: el equipo de psicooncología de la Fundación Oncoayuda te lo puede proporcionar.

¿Y lo lograré? Pregunta el paciente entre dubitativo y esperanzado. «Trataré de devolverte a un estado de infelicidad normal», respondió Freud a un interrogante similar.

Santos Rejas Rodríguez