La cavidad oral es uno de los cruces de caminos más relevantes del cuerpo humano. Nos permite respirar, comer, hablar, comunicarnos… En todas las personas es muy importante su cuidado, así como la prevención y tratamiento de las enfermedades más relevantes (caries dental, gingivitis, periodontitis y, por supuesto, el cáncer oral). En los pacientes oncológicos lo anterior es esencial para evitar complicaciones bucodentales derivadas de la terapia contra el cáncer. Es cierto que sería deseable contar con una boca lo más sana posible antes de comenzar los tratamientos correspondientes, pero no suele ser fácil por la premura y prioridad que comporta la terapia oncológica. Sin embargo, si es posible conseguir una buena higiene bucodental, que es el medio más sencillo y económico para la prevención de estas enfermedades que afectan a más de tres mil millones de personas en el mundo. En España, un 38% de los adultos (el 60% a partir de los 55 años) padecen periodontitis, con el riesgo de complicaciones y pérdidas dentarias que conlleva esta situación. El cepillado de los dientes dos veces al día durante dos minutos cada vez, junto al uso de cepillos interdentales y el empleo de colutorios específicos cuando están indicados, unido a las necesarias visitas periódicas al dentista (una o más veces al año dependiendo de la situación de salud o enfermedad), contribuyen a un equilibrio saludable de esta cavidad, sobre todo cuando vienen mal dadas.

Cuando se diagnostica un tumor maligno o la recidiva del mismo, es importante acudir lo antes posible a la consulta dental para recibir instrucciones en higiene oral durante la fase terapéutica, ya que puede tener ciertas peculiaridades debidas a los tratamientos oncológicos que se van a instaurar. Este paso siempre es posible, no así el tratamiento de las enfermedades orales presentes en ese momento. Hay varios motivos que requieren cautela a la hora de realizar extracciones dentarias de dientes muy dañados, la obturación de dientes con caries extensas o el manejo de periodontitis avanzadas. No obstante, todo lo que se pueda avanzar sin poner en riesgo al paciente es bienvenido, ya que nos puede alejar de complicaciones futuras de las que hablaremos en publicaciones siguientes. Nuevamente, la eliminación de placa dental y cálculo (sarro) mediante lo que se conocen como “limpieza de boca” (es mucho más adecuado utilizar términos como profilaxis o mantenimiento periodontal), deja un territorio que resistirá mejor las posibles complicaciones de infección o sangrado debidos a la baja de defensas causados por el tratamiento oncológico.

La relación y comunicación entre los oncólogos, dentistas/higienistas dentales y los enfermos es muy importante para el bienestar del paciente oncológico. Como veremos en otros boletines de la Fundación, las complicaciones orales del tratamiento contra el cáncer pueden ser serias y en ocasiones discapacitantes, pero su prevención y tratamiento temprano pueden cambiar de forma notable la calidad de vida de nuestros pacientes.

Dr. Miguel Carasol y Dr. Antonio Lorente

Médicos periodoncistas

Clínica CLAS center, Madrid