Pero contra el cáncer de pulmón hay que luchar cada día y cada noche.

Porque es uno de los 3 cánceres más diagnosticados en España junto con el cáncer de mama y el colorectal, cambiando el curso de la vida de más de 31.000 españoles cada año y haciendo que el sufrimiento se haga presente en sus vidas.

Y lo peor de esta realidad es que representa el gran fracaso de la prevención de nuestra sociedad.

Porque el cáncer de pulmón se puede prevenir. Y su incidencia podría desplomarse si creyéramos realmente en la prevención. 

En la prevención primaria que trata de evitar la aparición de la enfermedad golpeando con fuerza al tabaquismo, a la contaminación ambiental, a la radiación de los hogares por radón y a los contaminantes del entorno laboral entre otros.

Aún la pandemia del tabaquismo abona el terreno del cáncer en la cuarta parte de los adultos de nuestro país atrapando a más de 8 millones de españoles que no reciben, ni de lejos, la ayuda adecuada para controlar su adicción y minimizar sus efectos devastadores.

De igual modo la desidia oficial para impulsar la prevención secundaria es sonrojante. Hay evidencias científicas que avalan la detección precoz del cáncer de pulmón como un elemento que salva vidas. Lo conocemos desde hace años. Pero requiere un esfuerzo logístico y económico para que las pruebas diagnósticas de cribado lleguen a las personas de mayor riesgo que están bien definidas.

Apoyamos el proyecto Cassandra que es un intento real de avanzar en la prevención del cáncer de pulmón y esperemos que, cuanto antes, buscar proactivamente el cáncer de pulmón en etapas precoces sea parte de nuestra cultura sanitaria.

A pesar de los grandes avances en el tratamiento del cáncer de pulmón, quirúrgicos, radioterápicos, quimioterápicos, inmunoterápicos y con la oncología de precisión basada en la caracterización molecular de los tumores, aún fallece en España una persona cada 20 minutos por este tumor.

Para estos pacientes la clave está en la accesibilidad a los mejores tratamientos disponibles personalizados, dentro de un sistema sanitario abierto y con garantías de interoperabilidad y sin trabas por motivos espurios.

Y apoyando la investigación del cáncer de pulmón en todos sus aspectos. Con lo que hoy investigamos potenciamos de inmediato nuestra potencia de fuego contra el cáncer. Nunca ha habido tantos avances en tan poco tiempo, pero aun el camino a recorrer es largo.

Y por último los largos supervivientes de cáncer de pulmón. Los frutos de los avances de la investigación hacen sobrevivir cada vez a más pacientes que han de ser el objeto de cuidados especiales sanitarios y sociales. Esta también es una asignatura pendiente. Asignatura que hemos de aprobar entre todos con ilusión y esfuerzo.

En este día especial nuestro más decidido apoyo a los pacientes con cáncer de pulmón y a sus cuidadores y familiares con la esperanza de que cada día estamos más cerca de resolver lo que hoy aún es un problema.

Dr. Javier Román, Presidente Fundación Oncoayuda